La Asociación Vizcaina de Familiares y Personas con Enfermedad Mental solicita en Zalla que se normalice la percepción de los trastornos psíquicos
El deporte es una medicina con efectos secundarios solo positivos y que todo el mundo debería probar. Así lo comprobaron ayer las 120 personas participantes en las olimpiadas que organiza cada año la Asociación Vizcaina de Familiares y Personas con Enfermedad Mental. En su quinta edición, la cita se celebró en el polideportivo de Zalla con el mismo objetivo con el que nació: acabar con el estigma que, según este colectivo, sigue persiguiendo a quienes padecen problemas psíquicos y remarcar que "no son enfermos, sino personas con una enfermedad", matizó Ainhoa Rodríguez, responsable del Área de Intervención de Avifes.
El deporte puede ayudarles a saltar muchas barreras. "Además, de mejorar la forma física, fomenta la socialización e inculca unos valores de una forma divertida", señaló Rodríguez. En Zalla pudieron medirse en carreras de atletismo y natación, jugar a los bolos y disputar partidos de fútbol o baloncesto, entre otras disciplinas. "La verdad es que hay unas instalaciones excelentes y nos han recibido con los brazos abiertos", agradeció a los anfitriones.
Durante las olimpiadas las personas que acuden a las actividades de tiempo libre y los programas para familias que promueve Avifes en sus sedes de Bilbao, Santurtzi, Amorebieta, Ortuella y Zalla aprovechan para conocerse y compartir sus inquietudes. "Al hablar con los demás te das cuenta de que no eres un bicho raro", contó Aitor. Aunque hace solo cinco años que le diagnosticaron trastorno límite de la personalidad, "desde pequeño ya tenía algunos comportamientos retraídos y sufrí acoso escolar". Fruto de su curiosidad por saber qué le pasa ha leído abundante material sobre las enfermedades mentales y con frecuencia siente impotencia por la forma en la que la sociedad trata a quienes las desarrollan. "Por poner un ejemplo, no me gusta la imagen distorsionada que transmite el espectáculo del conde Orlok en El Circo de los Horrores", señaló. "Parece que fuéramos monstruos extraños, cuando eso no tiene nada que ver con nuestra realidad", lamentó Aitor.
Vida normal Al contrario. "Con un tratamiento adecuado, las personas con enfermedades mentales pueden llevar una vida normal", defendió Ainhoa Rodríguez. Y bajo ningún concepto deben avergonzarse de lo que les sucede. "Todos somos humanos. Catherine Zeta Jones padece un desorden bipolar y David Beckham, un trastorno obsesivo compulsivo", recordó. ¿Alguien ha dejado de admirarlos por eso?
deia.com / Elixane Castresana