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Fármacos reducen síntomas del TLP

 

No existen fármacos específicos para tratar el trastorno límite de la personalidad, pero algunos remedios pueden mejorar ciertos síntomas.

El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) o Borderline es una enfermedad mental grave, que incluye variaciones anímicas intensas y problemas para controlar las emociones y la impulsividad, para mantener relaciones interpersonales, con autolesiones y conductas suicidas.

Por ahora, se usa la psicoterapia para manejar el trastorno y no existen fármacos aprobados para tratarlo. Pero en una nueva revisión de 27 ensayos clínicos, los autores hallaron que ciertos psicofármacos aliviarían algunos de los síntomas más importantes.

Dos antipsicóticos nuevos contra la esquizofrenia -el aripiprazol y la olanzapina- disminuyeron la inestabilidad emocional y la impulsividad de los pacientes con trastorno límite de la personalidad.

La revisión identificó que los estabilizadores anímicos, que se usan para tratar el trastorno bipolar, también mejoraron el control emocional y la impulsividad de los pacientes.

Así ocurrió con el topiramato (Topamax), el sodio de divalproex (Depakote) y la lamotrigina (Lamictal), que son antiepilépticos que estabilizan el estado anímico.

"Los fármacos pueden servir para tratar ciertos síntomas del trastorno, como la impulsividad y los problemas para controlar el enojo", dijo a Reuters Health el doctor Klaus Lieb, autor principal del estudio.

Pero esos fármacos se deberían indicar para ciertos síntomas y no como tratamiento del trastorno, aclaró Lieb, del Centro Médico de la Universidad de Mainz, en Alemania.

Los resultados, publicados en British Journal of Psychiatry, surgen de 27 ensayos clínicos realizados la década pasada.

En los pacientes tratados al azar con antipsicóticos o estabilizadores anímicos de segunda generación mejoraron ciertos síntomas, comparado con el uso de placebo.

Hubo también algunas evidencias promisorias con los suplementos de omega 3, que en un estudio lograron reducir a la mitad los síntomas de depresión y la conducta suicida en los pacientes con trastorno límite de la personalidad.

Otros estudios habían sugerido que las grasas omega 3 (presentes en el aceite de pescado) son antidepresivas; se está investigando el uso de suplementos contra la depresión y el trastorno bipolar. Aún no existen datos sobre su efectividad.

Lieb dijo que la psicoterapia sigue siendo el tratamiento "de primera elección" para las personas con trastorno límite de la personalidad. La revisión sugiere que ciertos pacientes podrían mejorar con fármacos que controlan algunos síntomas.

Aclaró que si un paciente empieza a usar un fármaco, hay que controlar los síntomas. Si no mejora a los tres meses, hay que suspender la medicación.

Los antipsicóticos y los estabilizadores del ánimo también tienen efectos adversos, como adicción al fármaco, aumento o descenso del peso, fatiga, colesterol alto y problemas de memoria y concentración.



Fuente: Amy Norton (Reuters).